Durante mucho tiempo, el sector de los electrodomésticos ha sido un termómetro de la evolución de nuestra economía al ir ligado irremediablemente a la construcción de viviendas. Esto hace que la curva de evolución de sus ventas haya decrecido estos últimos años, al ser unos productos de mayor inversión para el consumidor.
En cambio, el campo de la informática ha evolucionado de un modo más independiente, sin sufrir tanto los devaneos de la economía.
En este contexto, resulta más necesario que nunca fijarnos en todos los elementos que configuran la oferta de este tipo de producto para potenciarlos en los espacios comerciales en mayor medida que el precio.
A pesar de lo informados que están los consumidores hoy día, este tipo de productos tienen un alto contenido técnico que no podemos obviar. La claridad en la exposición del producto y la implantación de una señalética que informe adecuadamente de sus características y composición son sólo algunas de las variables a tener en cuenta para crear un espacio comercial que permita una compra cómoda del cliente.