Durante varios días estuve esperando impaciente la llegada del Digital Mirror, un poco como cuando pido una nueva línea de gafas de sol y no veo la hora de tenerla en mi tienda y ofrecerla a mis clientes. En los días de espera, solo de imaginarme el momento de proponer alguna de las gafas al cliente adecuado, me viene a la cabeza «Ah, si yo tuviera ahora el modelo que he pedido…».
Lo mismo me ocurre con el Digital Mirror que tuve a modo de prueba unos días antes para apreciar sus características y conocer los beneficios que debería darme, como un fuerte apoyo en las ventas de gafas graduadas y lentes (además de otros posibles usos que se abordarán en futuros artículos).
Finalmente hoy, en el mismo día y a la misma hora acordada, ha llegado. Durante la entrega e instalación el personal técnico me ha explicado en detalle su uso y juntos hemos hecho varias pruebas.
El Digital Mirror es, sin duda, fácil de usar, sobre todo para ser utilizado por el cliente en un «hágalo usted mismo», incluso durante los momentos de espera que puede haber en una tienda de óptica.
Sólo desembalarlo, mi primera impresión ha sido la de una herramienta de diseño fácilmente insertable en el interior del negocio, ahora queda por encontrar el lugar adecuado.
Mis primeras impresiones sobre Digital Mirror fueron:
- Estética agradable que hace que sea un objeto tecnológico y de aspecto moderno que se adecua al estilo de la tienda. En este sentido ha ayudado la posibilidad de elegir el color (he optado por el blanco, al igual que el resto de los muebles) y el modo de exposición al suelo, mesa o pared. También he visto que existe la posibilidad de una personalización completa de la medida.
- Facilidad de uso: su fácil uso hace que el cliente no se distraiga de la acción, ya que se involucra y divierte con las aplicaciones disponibles. La pantalla táctil y el «botón» son de uso inmediato e instintivo.
- Posicionamiento: ya en los primeros minutos me di cuenta de que el posicionamiento del espejo digital en la tienda sería crucial para su uso. Obviamente debe ubicarse en un lugar visible, fácilmente accesible tanto para mí como para el cliente, pero sin obstaculizar la circulación en la tienda. Sólo por eso me comprometo a dedicar tiempo para elegir el lugar más adecuado y realizar las pruebas necesarias.
En los próximos días voy a comenzar a experimentar con el Digital Mirror en la tienda diariamente y entenderé la estrategia a utilizar para conseguir aumentar las ventas e ingresos con este nuevo sistema de comercialización.
Esto es porque creo que todas las herramientas de marketing offline y online (página web, página de Facebook) para trabajar mejor y lograr su máximo potencial deben incluirse en el «círculo de la comercialización» de la tienda de óptica con una función clara y precisa.
De igual modo que no es suficiente con tener un sitio web y estar en Facebook sin un método eficaz de uso, supongo que tampoco basta con disponer de una herramienta tecnológica como es actualmente el Digital Mirror y ponerlo en una esquina para ser usado tan sólo cuando se lo recordamos al cliente o cuando éste lo nota.
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